Teodoro Benéitez: “saqué al mercado el primer godello de Valdeorras en el año 1979”
Teodoro Benéitez hoy tiene 86 años, vive en Santa Cruz (O Bolo) y presume de ser el primer bodeguero particular que en el año 1979 sacó al mercado la primera botella 100% godello. Lo vendió con su marca Falcueira, por estar las viñas en una zona conocida como “tierra de halcones” y aún recuerda que las etiquetas las hizo en Madrid y le costaron “50.000 pesetas de aquellos años”. Fueron unas 50 botellas de aquel primer godello, que vendió a 600 pesetas, y que “venían a probarlo de todas partes porque era una novedad”.
Agradece la ayuda a Alfonso Losada, responsable de la Oficina de Extensión Agraria en A Rúa en aquel momento, porque le ayudó a introducirse en el mundo de plantar, elaborar y vender su vino. En su familia siempre elaboraron vino y las cepas de godello estaban entre las múltiples variedades que tenían en sus fincas, en la parroquia de Santa Cruz (O Bolo), pero en el año 1978 supo que “había ayudas del Estado para recuperar la variedad godello y Alfonso (Losada) me ayudó con el papeleo y con cursillos de formación”.
Explica Benéitez, carpintero de profesión, que casi crea un conflicto familiar al contarle a su mujer, Maruxa, que quería plantar la finca “Coalleira” de godello. “Eran unos 4000 metros de terreno que antes dedicábamos a sementar patatas y trigo y mi mujer me dijo que estaba loco pero mi hijo Clemente me animó a hacerlo”. De esta manera plantó su primera finca de godello en el año 1978 y un año después elaboró, con las cepas antiguas que tenía en la finca Falcueira, su primer monovarietal de godello. Teodoro cuenta como usó las cepas que ya tenía para hacer los injertos de la nueva plantación.
Así comenzó su bodega a funcionar y fue conocida como Bodegas Beneítez SL llegando a obtener varios premios. Recuerda con especial ilusión el que le dieron en la Cata Xacobeo 93 en el V Encuentro de Restauradores Gallegos y Vinos de Galicia, “fue el acto en el Araguaney en Santiago y estaba Fraga. Mi mujer lloraba de emoción porque el primero fue para nuestro blanco de godello y el segundo para el tinto”.
