Luis López Alvarez, miembro del Consejo Regulador Valdeorras desde su creación en los años 50
Luis López Álvarez más conocido como “Luis Folla” fue miembro del primer pleno del Consejo Regulador de Valdeorras en los años 50. A este puesto como vocal llegó por su relación con el mundo del vino a través de la bodega que su padre fundó en O Barco en los años 40. Durante su vida también ocupó cargos de presidente y tesorero en el proyecto REVIVIAL (Reestructuración de Viñedos de Valdeorras) a finales de los 70. Una vida marcada por el vino y del que aún hoy habla con entusiasmo con una copa de vino en la mano.
Su relación con el vino empezó con tan solo 11 años cuando su padre Ángel López Folla abrió una bodega en la villa barquense, “primero almacenaba el vino en la bodega de Ramón Álvarez en la calle Calabagueiros y después, en el año 48, abrió la suya en la calle Santa Rita, más tarde tuvieron que hacer una segunda al lado”. Eran tiempos de venta de vino a granel y el negocio marchaba tan bien que compraron una bodega más en el pueblo de Córgomo “para tener donde almacenar más vino y en esta cabían 64.000 litros”. En los años 50 su relación con el mundo del vino se intensificó al formar parte de pleno del Consejo Regulador como vocal “desde el año 54 y seguí hasta el año 85 cuando me jubilé”.
Los años pasaron y emprendieron nuevos retos en los que la variedad godello tuvo mucha importancia “empezamos a embotellar vino bajo la marca Viña do Folla y más tarde también nuestro godello con la marca Valdefreixo”. Esta variedad se convirtió en una nueva oportunidad de negocio, “en el año 79 pagaban 500 pesetas la botella”, a través del proyecto REVIVAL y de las subvenciones estatales para nuevas plantaciones. En este nuevo plan para recuperar la variedad godello no sólo participó como bodeguero “planté en Córgomo en la zona de Valdefreixo”, sino que también formó parte de la directiva del mismo “primero estuve como presidente y después como tesorero”. Su relación con el Consejo Regulador y con el proyecto REVIVAL fue continua hasta el año 1985 cuando se jubiló. Aún recuerda como en el año 1983 viajó a Madrid para asistir a unas catas y conferencias en el Instituto Nacional de Denominaciones de Origen (INDO) “fueron 10 días muy interesantes”. Luis considera que el apartado formativo del Consejo Regulador fue muy importante y que debería continuar.
